Del mundanal ruido a la armonía natural

Cuando la bulliciosa ciudad y su mundanal ruido se vuelven abrumadores, un paseo por la naturaleza es un bálsamo que revitaliza los sentidos.

Hermosas flores como la clitoria, lirios y la intimidante “aristolochia grandiflora”, con su aroma nauseabundo para atrapar insectos. Vimos como una gran mosca fue atrapada por esta planta carnívora.

Caminamos por un sendero que nos llevó al nacimiento de un manantial de aguas puras y cristalinas. La nota adrenalínica fue la serpiente amarilla no era venenosa, lo ví en su mirada, nos estaba enseñando como disfrutaba su estanque.

La carita de la lagartija, “gecko cabeza amarilla”, y su movimiento de cabeza diciendo sí, sí, sí, fue la bienvenida.

Hongos saprófitos y hormigas no comen cuento de días festivos, trabajan para su supervivencia.

Un par de monos colorados nos miraban maravillados desde los árboles, entre ellos se hablaban, pude interpretarlos, no es que sea chismoso, pero ajá… escuché lo ajeno: “estos manes como han evolucionado, pero si siguen así, pronto seremos nosotros quienes dominaremos al mundo”. Apreciados humanos, les recomiendo esta súper aventura, recorrer estos espacios es una forma de meditación, que nos centra, nos hace conscientes de la belleza y maravilla de nuestro planeta.


1 Responses

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *